El presidente Trump aseguró que su nuevo plan de suspender 90 días los aranceles es una medida estratégica, no una respuesta al nerviosismo bursátil
El presidente Donald Trump justificó este miércoles su decisión de suspender temporalmente los aranceles al mundo al afirmar que “la gente estaba empezando a ponerse nerviosa” y que había estado observando de cerca el comportamiento del mercado de bonos.
“Anoche vi que la gente estaba empezando a ponerse nerviosa”, dijo el presidente.
Desde la Casa Blanca, Trump aseguró que su nuevo plan es una medida estratégica, no una respuesta al nerviosismo bursátil, aunque reconoció que ha seguido atentamente la evolución de los mercados.
“Estuve observándolo. Pero si lo miras ahora, es precioso. El mercado de bonos ahora mismo es precioso”, expresó.
El anuncio del nuevo esquema arancelario, hecho a través de su red social Truth Social, establece una tarifa general del 10% durante 90 días para la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos. Sin embargo, los productos procedentes de China enfrentan un incremento drástico: del 104 % vigente hasta ayer al 125 % desde este miércoles.
Trump afirmó que “los mercados bursátiles se veían bastante apagados” en los últimos días, pero celebró el impacto positivo de su decisión: “Hoy es el día más grande de la historia financiera del país”, dijo, refiriéndose al repunte de entre 6 % y 8 % registrado en Wall Street tras su anuncio.
A pesar del giro, negó que los recientes retrocesos financieros hayan motivado el cambio. Según él, se trata de una herramienta de presión para negociar con los países que han mostrado interés en llegar a acuerdos.
“Vamos a llegar a un trato con China y con todos los demás países. Serán acuerdos justos. Yo solo quiero justicia”, sostuvo.
De acuerdo con la Casa Blanca, 75 países han contactado a la administración desde el anuncio original del 2 de abril, en el que se detallaban nuevas tarifas. Aun así, China respondió este miércoles endureciendo sus propias medidas: aumentó del 34 % al 84 % los aranceles a productos estadounidenses.
Aunque funcionarios del Gobierno habían insistido en que los aranceles “no eran negociables”, Trump defendió su giro argumentando la necesidad de adaptarse.
“Hay que tener flexibilidad”, señaló. “Podría decir: ‘Aquí hay un muro y lo voy a atravesar, pero tú no puedes atravesarlo’. A veces hay que pasar por debajo, rodearlo o saltarlo”.