La 17 sobre ruedas o el mercado informal en la vía

Un equipo de este diario se trasladó al lugar donde se evidenció la realidad de estos vendedores informales, de cómo y dónde se abastecen. Principalmente compran en el Mercado Nuevo.

La avenida Padre Castellanos, en el Distrito Nacional, desde el tramo de la Josefa Brea hasta el puente Francisco del Rosario Sánchez, mejor conocido como puente de La 17, es más que una vía de tránsito, ya que a simple vista se define como un comercio sobre ruedas.

Día tras día, esta avenida se convierte en el escenario de decenas de vendedores informales, tales como puestos de negocios en las aceras y otros con camionetas estacionadas cargadas de víveres, legumbres y frutas.

Un equipo de este diario se trasladó al lugar donde se evidenció la realidad de estos vendedores informales, de cómo y dónde se abastecen.

Estos realizan sus actividades pese a que van en contra de lo establecido en la Ley 241, de Tránsito Terrestre, que dispone que las aceras son áreas de uso exclusivo para peatones.

Además, el uso indebido de las aceras por parte de negocios puede resultar en sanciones, incluyendo multas y la obligación de retirar los objetos que obstruyen el tránsito.

Tal es el caso de Nelson Martínez Beltré, quien tiene un puesto de ventas de víveres en las aceras de la Padre Castellanos. Contó que con la venta de plátanos, guineos y huevos es que puede mantener a sus ocho hijos.

Alegó que inició con las ventas de víveres hace 9 años porque no encontraba una oportunidad laboral.

“Yo inicié con una mesita, vendiendo aunque me ganara RD$10”, dijo. También comentó que en muchas ocasiones la Alcaldía del Distrito Nacional le ha retirado las mercancías de su negocio.

“Ellos vienen de repente y tengo que recoger tan pronto los veo; muchos de mis conocidos y vecinos de otros negocios me ayudan rápido a poder recoger los víveres”, sostuvo.

El operativo del ayuntamiento suele ser en colaboración con otras entidades, como la Policía Nacional, la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) y la Policía Municipal, para despojar los negocios informales de las aceras.

“Cuando ellos vienen con todo su equipo, tratamos de recoger lo que podemos, porque si nos ponemos rebeldes, nos llevan presos”, expresó Martínez.

El vendedor informal dijo que día a día decenas de personas que pasan frente a su negocio les compran sus mercancías porque se sienten satisfechas con los precios que les da en comparación a los supermercados y colmados. “Yo vendo los plátanos criollos a RD$20 y los colmados lo tienen ese mismo a RD$40”, comentó.

Otro vendedor que tenía sus frutas en una camioneta, y rehusó dar su nombre, reclamó que los dejen trabajar en la calle, porque no tienen trabajo formal que les aporte ingresos fijos.

“Yo pago RD$4,000 semanal para poder trabajar en esta guagua y mis hijos se alimentan de esto; decidí trabajar esto para mantener mi familia”, expuso.

Mientras, Alexander Morillo contó que tiene cuatro años trabajando en una camioneta vendiendo vegetales y frutas para mantener a su familia.

El joven enfatizó que no se estaciona temporalmente en un lugar específico, sino que va recorriendo la Padre Castellanos hasta llegar a Megacentro, en Santo Domingo Este.

Siddy Roque, una señora que se encontraba en la avenida Padre Castellanos, comprando sus frutas y vegetales a un vendedor que transportaba cereza, lechosa, ají cubanela, papa y otros vegetales, dijo que los precios estaban muy asequibles. 

“Ayer, yo estaba en el supermercado y vi las lechosas a RD$120 y conscientemente paso por aquí y les compré a ellos a 50 pesos”, dijo.

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