Un estudio de CUNY analiza esta colonia que ya bordea la tercera generación, con buenos datos y perspectivas
Cuántos son, qué hacen, cómo llegaron… son datos que ha ido identificando en dicho censo un equipo dirigido por la Dra. Ramona Hernández y que ella misma presentó la semana pasada en UNIBe junto al profesor Francisco Rivera-Batiz.
La Dra. Ramona Hernández dirige el Instituto de Estudios Dominicanos de CUNY (City University of New York), el único centro dedicado a este tema fuera de la República Dominicana y que ha elaborado el informe “La Población Dominicana en España: un perfil económico y sociodemográfico”.
Este centro de estudios guarda la Biblioteca Dominicana y un Archivo Dominicano que alberga 110.000 páginas de manuscritos de La Española del siglo XVI. Su mandato impone que el Instituto amplíe y divulgue información y estudios sobre la migración dominicana.
—¿Hablamos de una migración única o ya hay datos de una segunda generación?
Ya podemos analizar los datos de una segunda generación, los que tienen uno o dos padres nacidos en República Dominicana. Son 68,000 personas y es una segunda generación que… es una cajita de sorpresas.
—¿En qué sentido?
Se diferencia mucho de la emigración de los padres. Los números de la primera oleada son bonitos y feos, por decirlo de una manera. Pero los números de la segunda generación son mucho más bonitos y se parecen a los números de los dominicanos en Estados Unidos: la primera población migrante sigue mejorando, pero con problemas. Los perfiles demográficos y socioeconómicos de la problación de segunda generación mejoran de manera vertiginosa.
—¿Cuántas mujeres y cuántos hombres? ¿Quién emigra más a España?
Es un dato que nos despertó muchas interrogantes. Debemos estudiarlo más a fondo, pero la primera pregunta que me surgió ante la disparidad entre un sexo y otro es: ¿se casan las mujeres dominicanas con españoles? Lo pregunto porque la población dominicana hembra en España es el 60 % del total y la de varones un 40 %. Así que las dominicanas tendrían difícil casarse con dominicanos, si así lo quisieran. En cambio, el perfil demográfico de la población española es bastante balanceado: 51 % hembras 49 % varones.
—¿Puede estar motivado por aquella migración de mujeres de la zona de Vicente Noble de los años 90? Ellas iban solas y luego pedían la reunificación familiar con sus hijos.
Hablando de familias monoparentales, sí. La población dominicana tiene una tasa mucho más alta que la española. Un 36 % de los hogares dominicanos son monoparentales con la mamá al cargo. Los hogares españoles con esa característica son el 15 %, la mitad.
—¿Siguen emigrando a España mujeres solas, con el mismo perfil?
Va variando. Puede ser que quede ese remanente del pasado pero de todas formas 60-40 es todavía muy alto…. A pesar de todo, la proporción de la población dominicana femenina ha ido en descenso en comparación con el censo de 2001. Entonces era un 70 %… en el de 2021 es el 60 %.
—¿Por qué le interesa el tema del casamiento?
Porque se emigra mayormente a unas edades casamenteras. De hecho, hemos mirado la proporción de dominicanos de 64 años o más en España y es menos de un 5 %. La población española de esas edades es casi un 25 %. Es una cifra más normal.
—¿Es una migración que regresa?
Eso es muy interesante de ver. Hemos notado que los dominicanos tienen la tasa más alta de naturalización entre los inmigrantes en España. Altísima: 67.8 %. Y la naturalización es un dato que lleva a pensar en el deseo de permanencia. Y de nuevo, más mujeres que hombres solicitan la nacionalidad española.
60 %
de la población dominicana en España son mujeres.
—¿Es la misma tasa que grupos de migrantes de otras nacionalidades?
Cuando la comparas con el resto de extranjeros, es más alta. La media de los extranjeros es de un 33 %. Pero cuando desagregas los grupos hay disparidad: los ecuatorianos marcan un 74 %, los rumanos menos de un 5 %… Cuanto más tiempo se permanece en España más sube la tendencia a nacionalizarse y quedarse.
—¿La naturalización en España es similar a la que se solicita en Estados Unidos?
No, la tasa de naturalización en España es más alta. Aunque en los dos países es igual en el sentido de que cuanto más tiempo duramos en Estados Unidos, más naturalización se solicita.
—¿Esa segunda generación en España está bien integrada?
La integración en este estudio se mide en función de la escolaridad. Es una manera de medir objetiva, no hablamos de sentimientos, por ejemplo. Podemos comparar el nivel de escolaridad de quien vino en 2001, el que trajo el que llegó en 2011 y 2021. Medimos la educación primaria de individuos de 25 años o más. Porque, por ejemplo, si no has terminado a los 25 años la primera etapa, la educación primaria, ya es muy dificil que lo hagas.
En 2001 un 28 % de los migrantes dominicanos no había terminado la primaria. En la población española era un 27 %
En 2011 un 21 % de dominicanos no tenía la primaria resuelta, para los españoles era de un 23 %. Muy similar. Para la educación secundaria casi 6 de cada 10 no tenía el diploma de la secundaria, en España era del 52 %. Similar, también. Y en 2021, la población dominicana con diploma de secundaria era el 61 % y un 47 % de la población española no la había complicado.
—Ese dato es bien interesante. ¿Esos diplomas de los dominicanos habían sido obtenidos en España o lo llevaban de República Dominicana?
Realmente a nivel de secundaria la mejora es contundente. Y sí, se refieren a estudios completados en la República Dominicana, no en España.
—¿Ha cambiado el perfil de quien emigra a Estados Unidos o a España?
En el caso de la emigración dominicana a Estados Unidos no ha cambiado, sigue siendo igual. Hay un chinchín más de profesionales, pero el grueso sigue siendo como antes. Quizá, cuando aquí se pone la piña agria… emigran más profesionales, como pasó en los años 80. Pero nada muy importante, apenas un 10 %.
—¿Qué otros países ha estudiado el Instituto?
Seguimos estudiando otros. Por ejemplo, hay una emigración dominicana en Alemania muy antigua, de principios del siglo 20 y finales del 19. Y hay un dominicano que tiene una calle en París, que fue nominado al premio Nobel de química, Emilio Noelting. Hemos llegado a contactar con su hijo, también famoso en Estados Unidos, y que fue quien abrió las puertas en el país a la familia Dupont.
Una vida de estudios
- Ramona Hernández es Doctora en Sociología, The Graduate Center, CUNY. Obtuvo una Maestría en Filosofía, Sociología, The Graduate Center, CUNY y una Maestría en Estudios Latinoamericanos y del Caribe por la Universidad de Nueva York. También posee una Licenciatura en Historia Latinoamericana por el Lehman College.