Individuos colocan obstáculos en las vías de lugares con afluencia de visitantes para cobrar por estacionarse allí
Las calles de la ciudad se han convertido en terrenos de negocios particulares por parte de “parqueadores” que, sin autorización, sustento legal ni fiscalización de las autoridades, cobran una especie de “arbitrio” a quienes buscan afanosamente dónde estacionarse.
Los hay donde quiera que haya afluencia de personas. En zonas donde hay instituciones públicas y privadas, como clínicas, hospitales e instituciones del Estado. Es el caso del Centro de Los Héroes, en los alrededores de El Huacal, las fiscalías, discotecas, iglesias, parques, avenidas como la George Washington, el Estadio Quisqueya y en los lugares donde se desarrollan grandes eventos artísticos y políticos, entre otros.
Es un “negocio” que siempre tiene clientes, incluidos los días de paseo familiar,en los alrededores de los parques, de centros comerciales, iglesias o cualquier otro lugar de concentración humana
Algunos “parqueadores” aceptan lo que les den, pero no faltan aquellos que exigen el “pago” por un servicio no requerido. Algunos “parqueadores” aceptan los que les den, pero no faltan aquellos que recriminan el “bajo pago” por un servicio no requerido.
Los hay quienes ponen su precio, por ejemplo, en algún evento artístico elaboran unos papelitos que simulan tickets que contienen “el monto a pagar”, como RD$100:00, RD$200.00 y hasta RD$300.00.
Reservan los espacios con cualquier objeto y cuando ven A algún “cliente” le indican que se estacionar y, una vez el conductor fuera, algunas de las expresiones son: “Tamo aquí jefe”, “Comando, váyase tranquilo, que disfrute” o simplemente “líder”, acompañada de una sonrisa interesada. Otros no dicen nada y colocan un pedazo de cartón en el cristal delantero y, cuando ven llegar al propietario, los retiran y se “plantan” al lado a la espera de su pago.
Si desde principio el ciudadano se niega a pagar, en ocasiones encuentran sus vehículos rayados, con retrovisores rotos o con neumáticos desinflados.
Una víctima
Anny Portorreal fue una de esas víctimas. Un domingo decidió salir con sus dos hijos y su madre al Malecón. Se parqueó en el carril derecho próximo a un reconocido hotel y cuando se iba no tenía menudo para darle a un parqueador. El hombre la insultó con palabras obscenas sin importar la presencia de los niños. Atribuye esa actitud a que es mujer.
“El Grande”
“El Grande” es un “parqueador” de más de 20 años en los alrededores de una conocida clínica de la ciudad. Ha mantenido sus tres hijos con ese oficio y ya los pacientes, médicos y demás lo conocen. él no exige para ayudar a buscar un espacio, lo deja la buena voluntad de la gente. Algunos conductores no le dan nada y lleva poco a su casa, pero en otras suele reunir hasta RD$3,000.00 al día.
Le dan más cuando, sin pedírselo, le quita un poco de sucio a algunos vehículos y cuando los dueños regresan le regalan RD$ 150:00, RD$200:00 y hasta RD$300:00.
“Yo no le cobro a nadie, ni guardo parqueo, la gente me da lo que quiere” – dice- mientras sonríe. ¿Cuánto es los más que le han dado? “Bueno una vez una señora que no parecía de aquí vino a la clínica y yo le eche una agüita a la yipeta y cuando salió me dio cincuenta dólares, es lo más que me han dado”.
Respuesta de las autoridades
Diario Libre consultó sobre el tema al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre(Intrant), como entidad responsable de la movilidad vehicular y respondió: “Es importante precisar que este asunto no es competencia directa del Intrant. Sin embargo, desde nuestra institución podemos motivar a las autoridades correspondientes, como la Sala Capitular y la Alcaldía, a revisar y actuar en consecuencia”.
Recordó que son los ayuntamientos los únicos facultados para establecer arbitrios municipales, los cuales deben ser aprobados mediante ordenanzas y previa revisión legal en la materia.
La Alcaldía
La Alcaldía del Distrito Nacional informó que la fiscalización y regulación del uso de las vías públicas (calles y avenidas) corresponde a la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), de conformidad con la Ley 63-17 sobre Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, especialmente en sus artículos 6, 7 y 9, que otorgan a la Digesett competencia para supervisar la circulación vial, el estacionamiento y la seguridad en las vías.
“Respecto a los llamados ‘parqueadores informales’, su actividad representa una usurpación de funciones públicas, ya que cobran tarifas por estacionamiento sin autorización legal alguna. Aunque esta práctica no está tipificada como delito específico en el Código Penal ni en leyes especiales con carácter penal, puede ser abordada desde el ámbito administrativo y contravencional, y en algunos casos, incluso penal, si hay intimidación, extorsión, amenazas o daños a la propiedad”, dijo.
Destacó que ha estado trabajando coordinadamente con Digesett, Policía Nacional y el Ministerio Público para enfrentar este fenómeno, desalojar a estas personas cuando invaden espacios públicos, y evitar que los ciudadanos sean víctimas de abuso o extorsión.