El Departamento de Policía de Los Ángeles informó este lunes que no se registraron arrestos relacionados con las manifestaciones durante el domingo
Las protestas que durante más de una semana sacudieron el centro de Los Ángeles en rechazo a las redadas migratorias comenzaron a perder fuerza este fin de semana, tras la masiva movilización del sábado contra el presidente Donald Trump, que se replicó en múltiples ciudades del país.
El Departamento de Policía de Los Ángeles informó este lunes que no se registraron arrestos relacionados con las manifestaciones durante el domingo. No obstante, el centro de la ciudad se mantiene en “alerta táctica”, una modalidad que permite a las autoridades reaccionar rápidamente ante posibles emergencias, reseñó la agencia de noticias Efe.
La calma regresó al corazón de la ciudad tras días de tensión iniciados el 6 de junio, cuando el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) llevó a cabo redadas simultáneas en Westlake, el centro y el sur de Los Ángeles, que resultaron en al menos 44 detenciones.
Las protestas se intensificaron cuando, sin previo aviso a las autoridades locales, Trump ordenó el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en la ciudad. Desde entonces, el LAPD ha reportado 575 arrestos vinculados a las manifestaciones, incluyendo 35 detenidos el sábado por violar el toque de queda, que permanece vigente hasta nuevo aviso.
Trump insiste en redadas en ciudades santuario
Pese a la desmovilización progresiva de las protestas, el mandatario aseguró este lunes que las redadas migratorias se intensificarán, especialmente en grandes urbes gobernadas por demócratas, como Los Ángeles, Nueva York y Chicago.
“Quiero que se centren en las ciudades, porque ahí se engloban las llamadas ciudades santuario, y ahí es donde reside la gente”, afirmó el presidente durante una intervención en la cumbre del G7 en Kananaskis, Canadá, junto al primer ministro canadiense, Mark Carney.
Las ciudades santuario limitan la colaboración entre las autoridades locales y las agencias federales de inmigración, lo que las convierte en un objetivo recurrente de las políticas migratorias del mandatario republicano.
Trump también acusó a los “demócratas de izquierda radical” de permitir el avance del crimen y criticó directamente al alcalde de Chicago, Brandon Johnson, y al gobernador de Illinois, JB Pritzker, a quien calificó como “probablemente el peor del país”.
En relación con las recientes protestas en Los Ángeles, el presidente insinuó que los participantes “no eran de California” y volvió a justificar el envío de la Guardia Nacional, aunque la medida fue bloqueada por un juez federal. La decisión está ahora en suspenso a la espera de una audiencia en el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito prevista para este martes.