Miguel Collado Di Franco, opina que se requiere de reformas estructurales, “como elementos reales”.
Otros consideran necesario dar seguimiento al destino de esos fondos y analizar los costos de los efectos negativos del subsidio a la tasa de interés y el direccionamiento del crédito.
Economistas y empresarios valoran la liberación de los fondos del encaje legal liberados por el Banco Central para dinamizar la economía, y enfatizan en la necesidad de reformas estructurales y de verificar que vayan a sectores que generen empleos y crecimiento sostenible.
Miguel Collado Di Franco, vicepresidente ejecutivo del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), opina que ante la estabilidad del tipo de cambio, las autoridades vuelven a recurrir a los estímulos para impulsar el consumo y la inversión por medio del crédito interno, agregó.
No obstante, cree que se ha perdido tiempo al no adoptar elementos reales que propicien aumentos de productividad y verdadero crecimiento, como son las reformas estructurales pendientes.
Dijo que una economía no debe estar dependiendo de si las autoridades van a incrementar el gasto de capital o, en este caso, si se propiciarán una expansión del crédito por medio de la política monetaria.
Aduce que las medidas anunciadas el lunes 16 son una continuación de otras anteriores, como por ejemplo en 2023, cuando la liberalización de encaje legal y las facilidades de liquidez rápida alcanzaron el 2.9% del PIB, y cuyo estímulo permitió que la economía creciera 2.4%.
Recuerda que en 2024, luego de revertir la expansión del 2023, y en contraste, en febrero pasado se adoptó una política de contracción ante la depreciación del tipo de cambio, producto de la incertidumbre internacional, los efectos de las políticas de contracción sobre las tasas de interés y el crédito, y la ausencia de medidas locales que incrementen la productividad, por lo que ahora se trata de cambiar el ciclo, explicó.
Richard Medina, coordinador de la Escuela de Economía del INTEC, cree es positiva para el crecimiento, en la medida que los RD$50,000 millones de préstamos nuevos vayan a los sectores productivos de menor crecimiento como construcción, industria local y zonas francas. Respecto a la magnitud del efecto en el crecimiento, dice que hay que esperar los próximos meses.
“Creo que el Banco Central se mantendrá vigilante para evitar que estos préstamos puedan generar presiones pequeñas y transitorias en el precio del dólar”, señala.
Ellen Pérez Ducy, también economista, asegura que en términos de impacto sobre las tasas de interés, las anteriores liberalizaciones de encaje legal no han tenido gran efecto en ni en la tasa pasiva, ni la tasa activa, pero en cambio sí se ha visto afectado el crecimiento del crédito, “que ha venido presentando una desaceleración continua desde 2023, a pesar de que la Tasa de Política Monetaria (TPM) viene mostrado una tendencia sostenida a la baja”.
“Y no parece que la disponibilidad de fondos sea el problema, hay mucha liquidez ociosa”, indica.
Antonio Ciriaco Cruz, decano de economía de la UASD, opina que la medida tendrá un efecto positivo considerando que esos estímulos se colocan en un contexto de ralentización durante el primer cuatrimestre del año, del 2.5% en promedio.
Señala que el entorno internacional caracterizado por la política arancelaria del presidente Donald Trump, los condicionamientos de la política monetaria de EE.UU., la baja inversión pública y más reciente, el conflicto bélico entre Irán e Israel ha provocado un panorama lleno de incertidumbre, que afecta y condiciona la dinámica de la economía dominicana.
Cree que se creará un efecto positivo en la dinámica y en los canales de las tasas de interés del mercado, induciendo a tasas de interés más bajas. Además, de que no tendrán un efecto inflacionario, ni depreciación del tipo de cambio si se considera que se mantendrán las restricciones en el uso de dólares a los sectores no generadores de divisas.
Para el economista Rolando Reyes la liberación del encaje legal no compromete el objetivo de la meta inflacionaria. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que el monto de recursos liberados representa el 16.8% de la base monetaria restringida, razón por la cual es necesario asegurar que el choque total sea transmitido por dosis específicas. Si el tipo de cambio actual se encuentra por debajo del equivalente del tipo de cambio de equilibrio, entonces lo de un posible impacto cambiario no debe ser motivo de preocupación, pues este espacio existe en igual o mayor magnitud que el inflacionario.
La discusión y el análisis debe centrarse, en primer lugar, en el planteamiento de si un banco central debe y puede aplicar instrumentos de política de reactivación de la economía, y si la cantidad de recursos liberados del encaje es suficiente para acelerar el ritmo de crecimiento de la economía.
Los recursos liberados amentarían la cartera de crédito privado. Sin embargo, el beneficio marginal del crecimiento tiene los costos de los efectos negativos del subsidio a la tasa de interés y el direccionamiento del crédito, y este debería ser el segundo punto que debe ocupar el análisis y la discusión, dice.
Empresariado
El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), César Dargam, cree que es una medida positiva que inyecta recursos a la economía a tasas favorables, lo que podría incidir positivamente en el desempeño de cara al segundo semestre, “sobre todo si consideramos un escenario internacional volátil y convulso, y con altas tasas de interés”.
“Valoramos las medidas monetarias que de manera oportuna han sido introducidas por el Banco Central en estos años”, indicó Dargam.
Mientras que el presidente de la Unión Nacional de Empresarios (UNE), Leonel Castellanos Duarte, considera que la medida es positiva, pero insuficiente, si no se acompaña de decisiones estructurales.
Indica que si bien la medida destinada a financiar al sector privado con préstamos a una tasa de hasta un 9% anual implica un valor inmediato como instrumento para inyectar liquidez y oxigenar a los sectores productivos, no representa una decisión fructífera a mediano y largo plazo, en un contexto donde muchas empresas operan con márgenes reducidos, limitado acceso al crédito y crecientes obligaciones tributarias y laborales.
“Saludamos la decisión en la medida en que puede generar alivio, pero si no se gestiona con visión estratégica, transparencia y compromiso con la producción nacional, existe el riesgo de que esta liquidez se disperse sin provocar impacto real, quedando atrapada en sectores de baja productividad o consumo especulativo”, expresó el presidente de la UNE.
Hizo un llamado urgente a los intermediarios financieros y autoridades a supervisar rigurosamente la canalización de estos fondos para asegurar que lleguen efectivamente a las empresas que generan empleo formal, valor agregado y crecimiento económico sostenible.
“No podemos repetir errores del pasado, como liberar fondos sin criterio ni seguimiento que pueden convertirse en una ilusión de impulso que se desvanece sin dejar transformación. Es hora de priorizar al aparato productivo real y no a sectores que absorben liquidez sin generar desarrollo”, enfatizó Castellanos Duarte.
Sepa más
Este lunes, el Banco Central (BCRD) anunció que la Junta Monetaria (JM) le autorizó liberar recursos del encaje legal por RD$50,00 millones, equivalentes a un 2.4 % del pasivo sujeto a encaje legal, que junto a RD$17,000 millones que vencían en seis meses para deudores finales y otros RD$14,000 millones pendientes de facilidades dispuestas en 2024, suman un fondo total de RD$81,000 millones para dinamizar la economía.
La disposición de la Junta Monetaria fue adoptada en su sesión del 13 de este mes, y según un comunicado del Banco Central estos recursos deberán ser otorgados a una tasa de interés no mayor al 9 % anual y plazos de hasta dos años, para sectores económicos de amplio impacto en la actividad productiva, como construcción, manufactura, exportación, agropecuaria, así como para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).